No me gusta hablar de política. Basicamente porque pienso que los políticos, esa nobleza de la edad moderna, viven en su mundo de hadas sin atender a los problemas de la sociedad, del ciudadano de a pie. Y también soy de la opinión que la gente en vez de tratar de pensar antes de votar se deja llevar por los engaños que les cuentan una vez cada cuatro años. O, todavía peor, votan visceralmente porque "como voy a votar a unos rojos/fachas/hippies/etc".
Sin embargo hoy voy a hablar de política. Más o menos.
Durante años, los españoles hemos aguantado todo tipo de sandeces sin protestar, viendo como nuestro bienestar menguaba poco a poco mientras que el de los políticos y los amiguetes varios cada vez vivían mejor: EREs, prejubilaciones, trabajo basura, burbuja de las .com, burbuja inmobiliaria, falta de control a los bancos, las telecos hacen lo que les viene en gana, los periodístas son tan independientes como un bebe y los jueces, llegados a cierto nivel, son escogidos a dedo por los partidos en vez de elegidos por la profesión.
He visto como el salario se ha quedado estancado mientras los precios cada vez escalan más rápido, las universidades públicas suben las tasas (y preparaos que el año que viene el tarifazo acabará con los estudiantes de ingeniería), el dinero de mis impuestos (y los vuestros) se usa para que unos pocos que jugaron con la bolsa y perdieron recuperen lo suyo en vez de emplearlo en todas esas cosas que tanto necesitamos.
He sufrido tres (¿o ya van cuatro?) reformas educativas cuyo único objetivo es aborregar a las masas y que sean más facilmente manipulables mientras que los artifices de tales reformas no llevarán a sus hijos (o sobrinos, o nietos) a un colegio público (o incluso concertado) allá les maten.
He sido testigo de como los sindicatos no han hecho NADA por defender los derechos de los trabajadores y, cuando la gente ya estaba relativamente alta, han ido a protestar por los parados... (si hubiesen hecho bien su trabajo en su momento ahora mismo no tendríamos casi 5 millones de parados).
He oído los planes de los políticos de mi comunidad para privatizar un derecho fundamental como es el de un juicio justo privatizando el turno de oficio, así como otros servicios básicos: sanidad, agua, etc.
Y, finalmente, he llegado a la siguiente conclusión: ESTOY HARTA. No hay ni uno sólo bueno entre los que ahora esta en el poder en mi nación, mi comunidad autónoma ni mi ciudad.
Puedo entender que haya distintas maneras de ver la política, y lo respeto (tengo amigos tanto de derechas como de izquierdas y estamos de acuerdo en que estamos en desacuerdo). Pero lo que no puedo NI ENTENDER, NI ACEPTAR, NI JUSTIFICAR es que los políticos que se supone han jurado honrar la justificación y representar los intereses del pueblo que los ha elegido les deje en la estacada POR SISTEMA.
Y luego, con recochineo, pida sacrificios en tiempos díficiles.
Es por esto que suscribo el siguiente MANIFIESTO:

(Pulsa en la imagen para verlo a tamaño completo)
Y es que, si bien es cierto que los políticos parecen gigantes invencibles que, da igual lo que hagamos, siempre sabrán medrar, también es cierto que David venció a Goliath con una simple piedra.
Nuestra piedra son nuestros votos.