sábado, noviembre 09, 2002

Bueno... tras ese pkño post indicando q continuo de una sola pieza, y puesto q estoy poco inspirada... os incluyo una historia q he escrito para un pj d vampiro... se titula Valentine. Espero q la disfruteis.

La noche cae lentamente sobre la ciudad. Siempre resulta curioso ver como sus habitantes realizan el “cambio de turno”. Ya no hay niños, amas de casa u obreros, y salen en su lugar gentes tan dispares como inclasificables. Si te fijas con mas detenimiento, en uno de esos bares tan sórdidos que pasan casi desapercibidos, podrás ver, muchas noches, hablar a una curiosa pareja.
Ella es una mujer de entre veinte y treinta años, de pelo oscuro y una suave sonrisa iluminando siempre su mirada. Pese a todo, algo te llamará, sin dudarlo, la atención. Tranquilo, no te lo desvelaré... no todavía. Viste ropa que llama la atención, no porque lleve una marca muy a la vista, sino que, por su hechura, se nota a la legua que esta hecha a medida.
Él... horrible sería una palabra que no llegaría a abarcar su descripción. Sin embargo, sus ojos destilan una sabiduría centenaria que apuesto no habrás visto en ninguna otra criatura que conozcas.
Conversan y, una atenta observación de su comportamiento, te revelaría que no estan a disgusto. Si fueses muchísimo más hábil podrías, con suerte, llegar a leer sus labios. No, no te estoy diciendo que lo hagas. Aún no estas preparado para poder intentarlo sin que te descubran. Además, sé perfectamente lo que estan diciendo. No me mires así, sabes que te lo voy a decir. Ahora esta hablando él.
-Vamos, Valentine... cuéntamelo. ¿Qué mal puede hacerte?
-La curiosidad mató al gato, Blake. Además, sabes que si los tremere se enteran... Aunque la verdad, los tremere que conozco ya me odian la mayoría.
-¿La mayoría?
-Bueno... El otro es Percival.
-¡Luego solo conoces a dos!
-Me has pillado, viejo amigo, me has pillado.

Su conversación es relajada, y se les puede observar reir suavemente ante el comentario. Ahora él la mira atento, esperando que empiece a hablar de nuevo, y las sombras a su alrededor parecen removerse algo intranquilas, como si no estuviesen de acuerdo con lo que va a suceder. Puede que no sean las únicas.

-Bueno, Blake, ya sabes la historia... Chica conoce chico... chica negocia con chico... chica hace trato con chico... y chico traiciona chica. Lo de siempre, vamos.
-Valentine, no empieces por favor... ¡Y deja de hacer eso!
-¿Hacer el qué?- Aquí es donde pone cara de no haber roto un plato en su vida.
-Esa cosa de las sombras... Sabes de sobra que me pone nervioso.
-¿Yo no he sido?
-No cuela ni de coña, Valentine...
-Esta bien... Veamos... nací... nací hace demasiado tiempo, en Portugal. Fui fruto de uno de esos matrimonios que se realizan porque es lo aconsejable para la familia... De eso sólo saque una cosa positiva: el nombre. Como te puedes imaginar, en aquella época no podía esperar que mi padre fuera un dechado de amor paternal... o de amor, en el mejor de los casos. Mi madre murió cuando yo apenas tenía ocho años. La versión que se extendió a nuestros vecinos y criados fue que había muerto en un accidente de equitación. Era mentira. Pero ya sabes, en la época de Leonardo, pocos le llevaban la contraria al poderoso. Si es que alguno lo hacia, por supuesto. De manera que odié todo el tiempo que pasé bajo su techo.
-¿Ahora ya no?
-Ahora ya he visto que mi padre no era nada en comparación con algunos de los nuestros. Un día... Bueno, la historia de mi Abrazo mejor que siga siendo un secreto. Seguramente nos estén observando, y hay cosas que prefiero que la gente no sepa... con certeza. Dejémoslo en que alguien me “rescato” de ese infierno... Y me dio la posibilidad de ser libre. En su compañía aprendí muchas cosas... Y con los años, ya sabes unos cincuenta o sesenta, tomamos caminos diferentes... Entonces conocí a Percival.
-Y te enamoraste locamente... ¡que bonito!
-Blake... el sarcasmo no te sienta nada bien. De hecho no le maté porque me ofreció algo muy bueno a cambio...
-¿El qué?
-Si mi rata preferida no puede imaginárselo, no seré yo quien se lo diga...
-Se supone que no hacen eso...
-Se supone que yo no perdono la vida a la gente que me intenta matar.
-Touché.
-Lo sé.
-Bueno, sigue, que esto se pone interesante.
-El caso es que trabajamos juntos un par de siglos... Él me proporcionaba ciertos conocimientos a cambio de protección entre otras cosas... Sólo cometió un fallo.
-¿Cuál?
-Intentar venderme a ciertos compañeros de clan que deseaban mi cabeza... a un par de metros del resto de mi cuerpo. Por supuesto, a mi no me motivaba mucho la idea. Así pues, tras ocuparme de esa pequeña... molestia, le propuse algo a Percival. Tomar el sol, o yo. Mmm aún no sé porque eligió ponerse moreno...
-¿Lo hiciste en la forma esa tan horrible?
-¿Horrible? Dijole la sartén al cazo...
-Sabes que me da repelus. Es tan... tan... antinatural...
-Blake... ejem... como lo diría yo... ¿Hay algo normal en nosotros? Pues eso.

Siguen bromeando, mi joven compañero, y nosotros debemos irnos a llevar nuestro informe a las otras lanzas... ¿Aún no descubriste que es lo que no cuadra en ella? Como puedes ser tan torpe... ¿Cuánto tiempo dices que llevas en nuestra sociedad? Pues deberías haberte dado cuenta... Mira ese espejo. ¿Lo ves? ¿No te parece que falta algo? Aleluya, Einstein. Es cierto. Ella no tiene reflejo.


Dos figuras se escabullen entre los tejados de la ciudad mientras, en el bar, Valentine y Blake se relajan visiblemente, sonriendo una vez saben que no son observados.
-Ya se fueron... Aficionados...
-Sólo son humanos, Val, dales algo de cancha.
-Son moscones con ganas de incordiar. Deberías haberme dejado...
-Así es más divertido, ¿no crees? Por cierto... todo eso que me has contado... ¿es cierto?
-Hasta la última palabra.
-Porque lo has dicho sabiendo que nos vigilaban...
-Porque teniendo en cuenta todas las vaguedades que había en mi relato... Crearan leyendas sobre mi para los próximos diez años... Y eso nunca esta mal. Me da mas margen de maniobra. Y ahora tendrás que disculparme... tengo una cita de negocios.
-Por supuesto, mi oscura amiga. Sólo contéstame a una pregunta antes de irte... ¿Qué fue de Percival, murió?
-No. Cuando entró en letargo una sombra le cubrió... protegiéndole del sol. Ahora esta en algún sitió, durmiendo. Curiosa casualidad, ¿eh?
-¿Por qué?
-Durante un tiempo fue mi amigo.
Valentine se levantó y se fundió con las sombras, mientras Blake miraba al espejo buscando un reflejo largo tiempo atrás perdido.



Riva 2002

No hay comentarios:

Suscribete al Blog