Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.
Khalil Gibran.


A veces tengo uno de esos dias, en este caso mas bien semanas, donde sucede algo que me afecta más de lo que me gustaría reconocer. En ocasiones no es mayor que un simple detalle: dos ancianos caminando cogidos de la mano, un niño pequeño cogiendo a su cachorrillo en brazos al llevarle al veterinario (no sabiendo muy bien cual de los dos esta más asustado), una señora paseando por la calle a un hurón blanco (increible, pero cierto). Otras veces es algo más profundo. Algo mas impactante. Algo más doloroso. Esta es una de esas ocasiones.

Puedes hacerte una idea de que es lo que tanto me ha impactado, no voy a volver a contar todo el tema, y el descubrirlo es, cuando menos, muy sencillo. Pero ha hecho que vuelva a ese modo de automata en el que me sumo a veces, un modo en el cual, como una vez me dijo una amiga, puedo llegar a ser muy corrosiva... haciendome daño tanto a mi como a la gente que me rodea, sin poder evitarlo, deseando no hacerles daño a ellos, pero sin parar de hacermelo a mi misma. Entiendeme bien, nada de daño fisico. Hay cosas más sutiles. Y dolorosas.
Seguramente te preguntes el motivo debido al cual lo hago, despues de todo a nadie le gusta el dolor, y yo no soy una excepción. Así pues, ¿para que todo esto? Lo ignoro. Y antes de que empieces a mencionar las palabras que empiezan por "psi", no es locura. Sencillamente es la necesidad de sentir algo, y hacer que mi neurona salga de este anestesiado modo en el que se mete cuando algo me afecta demasiado y para ello, ¿qué mejor que el desprecio y la risa, aunque sea de mi misma? Mejor dicho, siendo UNICAMENTE de mi misma. Despues de todo, no soy la unica que me desprecia, mucha gente lo ha hecho a lo largo y ancho de mi vida, de manera que de esta manera al menos consigo salir del sopor, aunque sea por mi propio orgullo (al cual, como no aparezca pronto, creo que le pondre en un cartel de buscado).

Probablemente no lo entiendas... no me extraña. Para entenderlo perfectamente, deberias haberme conocido desde mucho antes, que te hubiese contado muchas cosas, sobretodo las que ahora mismo pasan por mi cabeza. Que basicamente es una: si me sucediese algo (como en los últimos dias ha estado a punto de pasarme por ir demasiado sumida en mis pensamientos cuando cruzaba la calle, dicho sea de paso) ¿qué consecuencias tendría?. Sí, puede parecer macabro, retorcido o como quieras llamarlo, pero acepta una realidad: fito tenía mucha razón en la cancion "el funeral" (la cual no fue buena idea escuchar, pero bueno), ¿a cuanta gente le importa de verdad lo que le suceda o deje de sucederle a un semejante? Y en un plano más curioso: ¿cuantas de esas personas son de las que conozco desde hace 5 años o menos? Esta ultima pregunta te parecera probablemente una tonteria, pero es quizá la que mas me reconcome. ¿Por qué?, te diras seguramente, la respuesta es sencilla: las personas que me conocen desde hace 5 años o menos son, en su mayoria, gente de inet (o de la universidad) y no gente con la que he crecido. No es que una cosa sea menos importante que la otra, pero de esa gente a la que conozco desde hace menos tiempo, estoy casi segura de saber exactamente con quien puedo contar. Sin embargo de la gente a quien conozco desde que tenia apenas 6 o 7 años, cada vez sé menos quien estará ahi cuando los necesite.

Y eso duele. Eso duele porque, además de ser muchas de esas personas las que lograron que apenas rozase la niñez, el que fuese una persona callada, temerosa de abrirse a los demas, de demostrar sus sentimientos, una persona ácida y sardónica, además de todo esto, son las únicas personas que consiguen, incluso hoy en día, que me avergüence de ser quien soy. Como soy. Lo que soy. Y eso no hace mas que aumentar mi sentimiento de no pertenecer a ningún sitio, ademas del desprecio, ya de por si grande, que siento por mi.
"No te avergüences de lo que hayas hecho, sino de lo que a causa del miedo dejes sin hacer".