Agridulce.

Hoy iba a ser un buen día. Me quitaban el aparato, tenía la defensa de una práctica que, teoricamente, funcionaba lo suficientemente bien como para aprobar,etc. Es decir, cosas buenas todas ellas, pago al esfuerzo durante meses o a aguantar durante años (tres años... ).
Las cosas han empezado a torcerse esta mañana cuando, al llegar al dentista, nos ha dicho la chica que les faltaba un material y que no iban a poder quitarmelo... al final decidí quedarme para la revisión (me molestaba un hierro) y cuando llegó el doctor, dijo que iba el al laboratorio con la moto y, efectivamente, me lo quitaban hoy. Hasta ahí un cambio favorable (salvo por los detalles escabrosos del daño que me han hecho quitandome el pegamento de los brackets >.<).
Y se acabó mi suerte.
Llego con tiempo a la universidad, desayuno tranquilamente, miro el mail y demás, echo la bronca a dos seres que me estaran leyendo y que no parece entrarles en la cabeza en que consiste el concepto de estudiar ( y no tener un ordenador cerca no entra dentro de ese concepto por mucho que digais) y me voy al examen.
El profesor nos hace esperar unos diez minutos (los detalles del directo, ya sabéis) y, cuando vamos a ejecutar la práctica... empieza a tener fallos raros. No sabemos donde estan (bueno, salvo uno) así que nos toca intentar conseguir mañana que funcione y si no... felicidades, cuatro meses de trabajo a la basura, porque nos vamos a septiembre.
Al menos, al final, sí me han quitado el aparato... pero vamos, que lo cambiaba por el examen.