Este video siempre ha despertado muchos sentimientos encontrados en mi. Crecí con esta canción porque mi madre solía, y suele, tararearla mientras cocina.
Después la asocié a una persona en partícular... pero esa persona se fue hace varios años.
Y ahora es una de las pocas canciones que soy capaz de escuchar con lágrimas en los ojos... no por nada en concreto. Como tantas cosas últimamente no puedo decir "es por esto" si no que es una sensación, una comezón, un algo indeterminado.
Los que me conocéis sabéis lo mucho, muchísimo, que odio las cosas indeterminadas.
Y es ese conjunto de sensaciones las que me motivan a hacer un microrrelato que tenía pendiente desde el verano. La frase: "Un cobarde muere mil veces, alguien valiente, sólo una."
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La música sonaba en el interior del restaurante mientras los comensales comían y conversaban unos con otros. Sin embargo él apenas podia probar bocado. Se preguntaba si era así como se sentían los presos que esperaban en el corredor de la muerte: el estomago agarrotado, las manos sudorosas, buscando siempre una sálida que no iban a encontrar, rezando a Dios o al diablo por su vida aunque supiesen que nadie iba a hacer nada por ellos. Sin embargo y pese a estas sensaciones, o tal vez por ellas, no iba a ser valiente.
No podía.
No pudo hacerlo cuando la conoció tantos años atras en la universidad. Ni luego, más tarde, cuando ella siempre le lloraba en el hombro cuando algo salía mal con algún otro. Ni siquiera pudo juntar el valor suficiente cuando empezó a salir con su mejor amigo. Y, desde luego, no sería valiente el día que, sabía, la perdería para siempre.
No formaba parte de su naturaleza.
Y así ocurría que cada vez que su cobardía se ponía de manifiesto moría de nuevo. Una parte de su alma dejaba de sentir, de saber reír. Al final, se preguntó a sí mismo mientras hacía un esfuerzo para comer algo, habría muerto mil veces antes del día en que el médico firmase su certíficado de defunción.
1 comentario:
Por experiencias personales sé que la sensación interior nunca es tan fuerte a menos que te estés planteando decir algo y hayas quedado con esa persona. Y sí, finalmente no eres valiente.
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